Se preserva la riqueza cultural de las comunidades Indígenas
Con el fin de difundir y preservar la escritura y lectura en lenguas indígenas, se presentó el libro “La Vida es un suspiro”, escrito por Violeta Sánchez, integrante de la Red de Interpretes y Traductores de la Ciudad de México, en donde plasma la cosmovisión de la cultura náhuatl.
“El libro es parte de mi historia, donde se abordan temas como la soledad, cultura, naturaleza, religión, nuestra lengua materna, el amor a la pareja y familia, el tiempo”, destacó la autora de origen indígena.
Detalló que el título de su obra, se debe a que define su vida como un “suspiro”. “Ahorita estamos aquí, mañana no sabemos. Todo lo que nosotros vivimos, lo que pasamos y todas las veces que caemos, es necesario levantarnos y seguir caminando”.
Este tipo de trabajos empoderan a la mujer indígena, además de preservar la lengua materna, señaló la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) quien añadió que “la autora del libro, es una guerrera, un gran ejemplo de vida para todas las mexicanas”, su obra cuenta con 17 poemas en lengua náhuatl, con su respectiva traducción al español, y es su segundo libro.
Por su parte, la Directora General del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (INMUJERES), hizo énfasis en la recuperación de la creación literaria y el pensamiento de los pueblos originarios, además de resaltar el papel de la mujer en distintos ámbitos.
“Las mujeres de comunidades indígenas y pueblos originarios cada vez toman más protagonismo, aprovechando las oportunidades educativas; en la medida que se retome ese papel de liderazgo, se podrá recuperar su presencia, dignidad y derechos en todos los espacios”, apuntó.
Violeta narró que sus versos fueron inspirados en “cada instante” que vivió dentro de la cárcel. “En el año 2000 fui detenida en Xochimilco, y llevada al Centro de Detención Tepepan, no sabía hablar, leer, ni escribir español”.
Tras siete años en prisión, aprendió español y se formó en derecho, lo cual le ayudó para comprender las razones de su detención y lograr su liberación en el año 2007.
Finalmente la poetisa, quien es originaria de la comunidad Atlicalaquian, en la Sierra Negra de Puebla, resaltó que durante el tiempo que estuvo privada de su libertad, escribió más de 600 poemas y actualmente tiene escritos más de mil.
“Siempre pensé en buscar el medio para poder difundir mis poemas y tocar las puertas que fueran necesarias. A veces decimos: No puedo, de verdad que no puedo.Pero sí se puede y hay que caminar, porque si no caminas nadie va a venir por ti”.